Trabajo y desigualdades de género en el contexto de COVID-19

La pandemia por COVID-19 ha propiciado una crisis multidimensional y global que pone de manifiesto la forma en que nuestras sociedades están atravesadas por desigualdades de todo tipo: de género, etnia, clase, raza, orientación sexual, entre otros organizadores de diferencias jerárquicas. En sistemas capitalistas neoliberales, que por décadas han debilitado los derechos y la autonomía de la ciudadanía, una crisis como la actual ha recrudecido las condiciones de precariedad de la mayoría de la población, revelando, a su vez, las crecientes desigualdades económicas y sociales que permiten que unas vidas sean valoradas y cuidadas, mientras que otras son vulnerables y consideradas desechables por el sistema. En este sentido, el rol de las mujeres y niñas cobra una relevancia significativa al ser las responsables de las labores de cuidado y respuesta sanitaria.

Sin embargo, la crisis que ahora vivimos ha estado gestándose por años, solamente agudizada por el COVID-19 pero de ninguna manera creada por éste. De igual forma, durante años desde la economía crítica y la economía feminista se ha señalado la necesidad de transformar ciertas dimensiones de nuestros sistemas económicos, políticos y sociales. La diferencia, quizás, es que al día de hoy estas reflexiones resultan más urgentes y, por ello mismo, es posible pensar en horizontes distintos de organización que tomen en cuenta la dimensión de género para fortalecer la respuesta, prevención y mitigación de la crisis.